viernes, 16 de septiembre de 2016

Imperios orbitales

Xcaret Kókkinos (Nacido el 2 de Thermidor de 2185 en la Isla Roja de la ciudad espacial de Xócotl, desaparecido en la Nube de Oort el 19 de Brumaire de 2267). Fue un guerrero cuāuhpilli, político y tlatoani de la Neoconfederación Mexica conocida fundamentalmente por sentar las bases del Nuevo Dominio Azteca del Sistema Solar Interior tras la victoria sobre la Liga Zoroastrista de los siete satélites en el asedio a Io el 1 de Floréal de 2251.

Primeros años

Hijo en una familia acomodada del calpulli de la Isla Roja de Xócotl destacó pronto por su manejo de las matemáticas, la física, la esgrima lunar y el jeroglífico estándar galáctico. Gracias a estas cualidades su familia decidió mandarlo con 17 años a la prestigiosa academia de Mendeleev donde superará la prueba de acceso con la mejor marca entre los candidatos. Tras cursar las mil lunas obligatorias con nota alfa y participar como capitán adjunto de su corbeta-iónica en la encomienda final de exploración galáctica obligatoria para la graduación en el sistema de Van Maaen volverá a Xócotl a la edad de veintisiete años con idea de postular como oficial para la entonces conocido como Fuerza Jaguar de Defensa, hoy más conocida como Cuerpo Azteca de Asalto y Custodia (CAAC). Para su desgracia, los clanes de la Isla Azul estaban entonces aliados con los clanes de la Isla Amarilla como protesta por lo que consideraban una excesiva presencia de los arcontes de los clanes de la Isla Roja en el Cónclave de Xócotl, lo que impidió que la Gran Logia de las Tres le aceptara como opositor. Tras este revés emocional, Xcaret optará por emigrar a la ciudad de Chantico donde su familia tenía ciertos lazos de sangre, lejos de los clanes azules y amarillos de su ciudad.


Etapa en Chantico

Será en Chantico donde comenzará a interesarse por la política, colegiándose en la Facción Radical Primordial (en adelante FRP) y donde además conocerá a Iyali y Bjorn, claves en la Gran Campaña Solar. Este último era hijo de una familia escandinava inmigrada desde Deimos. En los comicios del año 2209 conseguirá su primera plaza como Tribuno Civil y en los siguientes años logrará elevar diversas propuestas a la Gran Logia destinadas a la mejora de las condiciones de vida e hibernación de los mineros del cinturón de asteroides, la mayoría de ellos procedentes de Chantico, lo que le permitirá ganar muchos más apoyos en la ciudad pero a su vez enemigos políticos ente la élite azteca. 

Propuesta de reforma militar y fuga

En Messidor del año 2217, tras unos disturbios generados por la carestía de suministros terrestres, Xcaret planteará por primera vez incrementar la capacidad de combate de la Fuerza Jaguar de Defensa para permitir la toma del control de las rutas comerciales entre la Confederación y el planeta matriz arrebatándoselo a la Liga Zoroastrista de los siete satélites. A causa de una filtración a la delegación local zoroastrista sobre los planes propuestos por Xcaret, una fuerza expedicionaria de éstos se aproximará dos meses después con intención de asaltar la ciudad y arrestarle. Esta operación fue posible gracias a que la facción en la Gran Logia conocida como los Óptimos, compuestas sobre todo por inversores de obsidiana muy afectados por las reformas mineras emprendidas en Chantico, recurrieron al bloqueo del mando militar gracias a su turno del sistema rotatorio de gobierno y además de conseguir la promesa oficial zoroastrista de acabar con el liderazgo de la FRP sin dañar la ciudad cosa que, por cierto, cumplieron quizás para no debilitar a sus aliados políticos con los que en ese momento compartían objetivos comunes. Los planes zoroastristas se verán truncados cuando tras el asalto descubrieron que Xcaret, la cúpula del FRP y gran parte del destacamento Jaguar de la ciudad había escapado. 

Muchos autores siguen siendo partidarios de dar crédito a la versión del propio Xcaret y su equipo quienes sostuvieron que escaparon usando valijas mineras de contrabando el día antes de la llegada de la fuerza de ataque enemiga. Sin embargo, en un artículo publicado en 2293 por Abelard Bähr se afirma que en la fuerza de asalto zoroastrista había alguien que a su vez informó en secreto a Bjorn del peligro que corrían antes incluso de que la Gran Logia se pronunciara sobre la propuesta de Xcaret y, por lo tanto, de recibir noticias de la llegada de la fuerza expedicionaria, dándoles tiempo de mandar equipo pesado de guerra y reservas de grano y granjas a Venus para escapar luego en una nave ligera ultrarápida de exploración una vez conocieron la decisión de los Óptimos en la Gran Logia. Esta teoría se basa en el hecho de que un desplazamiento importante de naves habría sido detectado con la tecnología de entonces por la fuerza zoroastrista mucho antes de su llegada. Si no lo detectaron fue porque lo mandaron antes, antes incluso de que la noticia del ataque llegara a Chantico. Esta teoría, de ser cierta, pondría en entredicho las decisiones tomadas por el FRP y el propio Xcaret años después tras el asedio a Io ya que sería reconocer públicamente que al menos los aztecas tendrían ciertos apoyos dentro de una de las facciones de palacio de la Liga Zoroastrista, es decir habría habitantes no viles a ojos de los dioses mexicas. 

Llegada a Venus

La fuerza Xcaret aterrizó en Venus, en concreto en Phoebe Regio, cerca del lugar donde se concentraba la mayor parte del equipo y los hombres de la avanzadilla. Venus era un planeta ajeno al conflicto de los zoroastristas con los pueblos dominados. En el pasado, el lugar ya había sido refugio de opositores políticos y milicias armadas. Durante muchos años, su gobierno, deseoso de mantener su estatus de neutralidad, había impedido que se usara el planeta como base desde donde agredir a otros planetas, satélites o ciudades orbitales del Sistema Solar. A los recién llegados se les ofrecía la posibilidad de desarmarse y residir siempre y cuando abandonaran la causa que trajeran entre manos aunque se conocen casos de arrestos y expulsiones. Pero en el año 2217, una crisis sucesoria en Nueva Alejandría, la capital de Venus, impidió que se actuara con efectividad sobre los aztecas, los cuales pudieron establecer un cuartel general sin mayores inconvenientes. Una de las facciones que pugnaba por el trono de Venus, la Hetería de Navka,  alcanzó un acuerdo con Xcaret. En dicho acuerdo los aztecas apoyaban a los navka si a cambio éstos les permitían utilizar como base esa región del planeta, se autoabastecieran con sus propias granjas y siempre y cuando su vínculo fuera mantenido en secreto a otros pueblos del Sistema Solar, entre ellos los zoroastristas.

Revuelta en Chantico

Mientras esto sucedía, las bases leales al FRP que quedaron en Chantico se alzaron en contra los miembros del Cónclave ya que éstos habían tomado la decisión de designar nuevos tribunos sin contar con los electores. La noche del 3 de Nivose, una turba se apoderó del Tholos donde se reunían los arcontes del Cónclave y los retuvieron con el objeto de obligarles a dimitir por las atribuciones que se habían arrogado de manera ilegal. En el ataque se unieron cientos de los jaguares que habían quedado en la ciudad tras la unida de Xcaret. La Gran Logia declararó ilegal esta acción, pero no actuó de inmediato ya que en su seno, dividido a causa de las discusiones que había generado la crisis del ataque los zoroastristas,  existían discrepancias sobre cómo debían actuar. Preocupaban sobre todo las noticias del apoyo de los jaguares a los insurrectos. El recuerdo del pretorianismo de los cuatro tiranos de los primeros tiempos estaba bien fijado en la memoria colectiva de los aztecas. 

La campaña de Venus

Las fuerzas jaguar unidas a las falanges navkas sufireron algunos reveses en los primeros meses de campaña, sobre todo gracias a la enconada resistencia de la ciudadela de Alpha Regio y el contraataque en Wawalag. Pero al fin, el 1 de Fructidor del 2218 caía la capital, Nueva Alejandría, replegándose al polo del planeta los restos de las facciones rivales, en la zona que se conoce como Ishtar Terra, desde donde continuarán los hostigamientos al navka. Durante el asalto, Xcaret sufrió una herida sónica severa, lo que casi acaba con su vida. No obstante, gracias a la rápida intervención de los médicos navkas sobrevivió. El nuevo rey, Alexis I, continuará la guerra que, pese al bloqueo orbital y terrestre, se alargará cinco años más. Con cierta habilidad política, Xcaret contrajo en secreto matrimonio con la hija mayor de Alexis, lo que creará un vínculo de sangre entre este rey y el líder de la FRP. Poco antes de la toma de Nueva Alejandría, una fuerza expedicionaria jaguar comandada por Iyali despegará rumbo a Calisto, camuflados como refugiados. 

La expedición de Iyali

Considerado por algunos historiadores como una de las incursiones más espectaculares desde los tiempos de los primeros peregrinos estelares, viajaron a través del Sistema Solar camuflados como refugiados de la guerra en Venus. Iyali, procedente de una familia de tradición guerrera del calpulli de Chantico, había servido en la Fuerza Jaguar de Defensa  de su ciudad. Destacó como comandante sofocando diferentes puntos de resistencia en Lavinia y Lada Terra. Durante la aproximación a Calisto lograron eludir los controles zoroastristas lo que para algunos historiadores era ya un indicio de la denadencia que llevaba arrastrando la Liga de los siete satélites desde los tiempos del Basileus Jerjes XXXII. Tras un osado aterrizaje en la misma capital, Nueva Teherán, tomarán el distrito del Palacio del sátrapa local, Hisam, que será derrocado. Dada la jerárquica sociedad zoroastrista, la sustitución de un sátrapa por otro le daba el control absoluto del satélite. Iyali se alzó como nuevo sátrapa y proclamó en público al pueblo de Calisto que era leal a un único basileus, Xcaret I. La lealtad mostrada por Iyali hacia Xcaret es prueba para algunos del  poder de liderazgo de este último. La proclamación pública de Xcaret como basileus tendrá consecuencias inmediatas en las relaciones entre los aztecas y los zoroastristas. La facción Óptima de la Gran Logia presionó para que se desvincularan de manera oficial de esta acción pero de nuevo la marcha de los acontecimientos fue más rápìdo que la política.


El contraataque zoroastrista.

En Io, -la capital de la Liga de los siete satélites- la recepción de la noticia de la caída de Calisto provocó la destitución de los estrategos del Zend y el ascenso de un nuevo equipo formado fundamentalmente por oficiales fogueados en campañas contra los neohumanos de Aquarii, en las fronteras exteriores del Sistema Solar. Este grupo de oficiales y sus tropas asediarán y ocuparán con éxito las ciudades orbitales aztecas. La Gran Logia fue clausurada y sus miembros encarcelados. La familia de Xcaret, en Xócotl será tomada como rehenes. A su vez un ejército aterrizará en Calisto con idea de volver a tomar el control sobre el satélite. Iyali, como nuevo sátrapa, dispuso de la legión local y de las fuerzas jaguar. Para un observador actual es difícil comprender la mentalidad zoroastrista ya que de la noche a la mañana aliados de armas luchaban entre sí. Hay que tener en cuenta que la familia real de la Liga de los siete satélites era a su vez extranjera entre los zoroastristas. A ojos de los habitantes de Calisto estaban sustituyendo a una élite guerrera por otra. Iyali a su vez tuvo la habilidad de implicarse en los ritos de culto local consciente de la importancia de este tipo de actos simbólicos frente a la población local. Ante la invasión zoroastrista de las ciudades orbitales aztecas y el contraataque en Calisto, Xcaret decidió reclutar una fuerza en Venus entre los veteranos de la campaña y, junto con una fracción importante de los guerreros jaguar, despegó en Brumaire de 2219 no en dirección hacia Calisto, sino para liberar las ciudades aztecas. 

La ocupación de las ciudades estelares aztecas y la pérdida de Xócotl

La flota comandada por Xcaret se abrirá paso entre las diferentes escuadras que patrullaban el espacio entre Venus y las ciudades orbitales aztecas sufriendo cuantiosas bajas. Tras un violento choque de artillería láser, el comandante de la fuerza zoroastrista comunicó a Xcaret que tenían a su familia como rehenes. La condición para dejarles con vida era que se retirara la fuerza jaguar, la devolución de Calisto y la entrega de él mismo. Éste no aceptó dichas condiciones y su familia fue ejecutada. Las fuerzas zoroastristas mandarán toda su flota en el cuadrante de las ciudades orbitales aztecas a la órbita cercana a a ciudad de Xócotl, que será destruida. La aniquilación total de las ciudades orbitales aztecas no fue completa pues además de la llegada de refuerzos de Venus y de la declaración formal de guerra de este planeta llegaron a la Liga noticias de Calisto, donde la campaña de reconquista se estaba enfrentando a diversos reveses. Darío V, Basileus zoroastrista dio la orden de  volver a la órbita de Júpiter con idea de reforzar el ataque a Calisto y tomar el satélite antes de enfrentarse de nuevo a las ciudades aztecas y Venus.  

La Neoconfederación declara oficialmente la guerra: inicio de la Gran Campaña Solar

Tras la llegada de Xcaret a la Gran Logia con sus miembros de nuevo liberados y  celebrar los funerales por los muertos en Xócotl, (etre ellos, recordemos, su familia) se declarará traidores a los seguidores de la facción de los Óptimos y disuelto su grupo. Xcaret y Bjorn coordinarán el reclutamiento de nuevas fuerzas entre la población azteca. Con el refuerzo de tropas y naves zoroastristas leales a Darío V, Calisto comenzó a encontrarse en situación comprometida. Las nuevas tropas y la llegada de fuerzas desde Venus permitió la transformación del ejército azteca de Fuerza Azteca de Defensa a Cuerpo Azteca de Asalto y Custodia, con mando personal del propio Xcaret, Bjorn como segundo al mando en las unidades de asalto terrestre y un lugarteniente temporal en lugar de Iyali. 

Asedio a Io

Una avanzadilla se dirigió a Calisto mientras el grueso de la flota lo hizo hacia Ío. Como medida preventiva se mandó a la mayor parte de la población azteca a Venus, dejando en las ciudades una fuerza mínima de mantenimiento y seguridad. De esa manera Xcaret se aseguraba la retaguardia. Los zoroastristas se encontraron con la tesitura de mantener el asedio a Calisto o socorrer al núcleo de la propia liga y lugar de residencia de Darío V. De nuevo las fuerzas de la Liga levantaron un asedio para acudir en defensa de otro frente, en este caso en el propio Io. Pero para desgracia de sus fuerzas, fueron incapaces de vencer a la resistencia combinada de la flota de Venus y aztecas en torno a Ío en lo que se conocerá como la batalla de las cien naves. En un movimiento envolvente las fuerzas comandadas por Xcaret y Bjorn cortarán las líneas de escape de la flota de la Liga, la cual no pudo de soportar el nivel de pérdidas. Aunque el número de muertos y destrucción de naves fue considerable en ambos bandos, los zoroastristas de la propia capital se vieron forzados a la rendición incondicional.

Matanza de la corte

Durante la operación de ocupación de Ío se desarrolló uno de los episodios más polémicos de esta campaña. Algunos historiadores acusan directamente a Xcaret de ordenar la oleada de sacrificios que siguió a la ocupación de los palacios persas. Durante una semana y de manera sistemática, las fuerzas aztecas realizaron sacrificios humanos en lo alto de las escaleras del Gran Palacio dorado del Basileus. El número de sacrificados no se conoce con exactitud. Algunas fuentes hablan de unos treinta mil aunque esta cifra sea, seguramente, una exageración. Darío V fue reservado para el final. Tras subir por la escalinata completamente empapada por la sangre de los que fueron sus súbditos fue despojado de sus ropajes para, acto seguido ser sometido al ritual de extracción del corazón. 

Este viejo ritual, desaparecido desde hacía muchos siglos, reapareció en esta batalla para luego volver a caer en desuso. Poco se sabe con certeza de las motivaciones de los ejecutores. Tras esta batalla se decretó pena de muerte a quién hablara o investigara el hecho. Se sabe, eso sí que para llevar a cabo el ritual uno de los chamanes ascendido a sumo sacerdote durante la campaña declaró a toda la población de la corte como viles, lo que justificaba que pasaran por las escaleras. Ahora bien, y como se apuntó en un pricipio, se sospecha que al menos algunos apoyos tenían en la corte por el episodio de la huida de Chantico. Y no solo aquel episodio. Un historiador chino, Sima Quian publicó el año pasado una interesante teoría.  Los sacrificios serían una venganza por un suceso ocurrido más de mil años atrás, en las minas de Marte, de donde se creen que procedían los habitantes de las primeras ciudades orbitales aztecas. Una avanzadilla zoroastrista aniquiló sin piedad el asentamiento minero aprovechando la ausencia de los trabajadores. Todo aquel que se encontraba allí fue aniquilado, mujeres, ancianos y niños. Según la teoría de Quian, cuando los mineros volvieron a su ciudad juraron venganza. Crearon una sociedad secreta azteca de la que no conoce su nombre pero sí su símbolo: un círculo con la serpiente Coatl. El símbolo apareció grabado en diversos objetos encontrados en la excavación marciana de la Gran Sima junto con lo que parecen ofrendas rituales de armas y ajuares. Si aquellos mineros no eran capaces de consumar la venganza lo harían los sucesivos integrante de dicha sociedad. El artículo además abre la puerta a elucubraciones más osadas, por ejemplo que la Heretería de Navka de Venus estuviese dirigida por alguien perteneciente a la sociedad y que, incluso dentro de la propia corte de la Liga hubiese gente infiltrada. Nunca lo sabremos con certeza. Tras la batalla se destruyeron todas las grabaciones y capturas tridimensionales. 

Nuevo Dominio Azteca del Sistema Solar Interior 

Tras la conquista de Ío se trasladó el dominio azteca a Venus, donde gran parte de la población de las ciudades orbitales se había instalado. Gracias al matrimonio entre Xcaret y la hija de Alexis se pudo sentar las bases de una nueva monarquía con éste, Iyali y Bjorn como sátrapas. La administración de los aztecas fue modificada en profundidad, pasando la Gran Logia a ser un órgano consultivo del tlatoani.

Expedición a la Nube de Oort

Xcaret, partició en diferentes campañas fuera del Sistema Solar. Desapareció junto con la flota comandada por él mismo a la Nube de Oort. Tenía ochenta y dos años. Nadie sabe qué pudo pasar. Pese a que se mandaron tres expediciones de salvamento y se rastrearon diferentes frecuencias no se obtuvo respuesta. Algunos apuntan a que cayeron en algún tipo de emboscada de neohumanos. Otros sugieren que la flota fue destruida en algún tipo de cataclismo estelar. De momento se carece de pruebas aclaratorias. 

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